Si te sentaste ayer como yo a ver el debate de los cuatro candidatos al gobierno de España, puede que hayas llegado a la misma conclusión: si se hubiesen dedicado a cantar SUPERCALIFRAGILISTICOESPIALIDOSO habría entendido más y hubieran sido más sinceras sus exposiciones.
La palabra que todos recordamos tiene mucho de niñez, imaginativo y sin sentido.
Sin embargo, en el debate, nos regalaron promesas y acusaciones siempre con cordialidad; no creamos que persiguen el voto cual hienas. Eso sí, pisándose unos a otros para ver quién la tiene más larga, o el tacón más alto.
Y lo que parece hoy más importante es: ¿quién ha ganado el debate? Sinceramente espero que los ciudadanos porque somos nosotros, todos nosotros, los que nos jugamos mucho. A ninguno de ellos los veo con los problemas que tenemos la mayoría. No me gustaría estar en su pellejo, porque representar a alguien es ponerte delante, jugarte el tipo por alguien -y no detrás como estamos acostumbrados, poniendo a los demás de escudo para quedarse tranquilamente entre trincheras-.
Así que hoy me regalé todas las tiras cómicas que el debate nos ha regalado -valga la redundancia-. Lo prefería al análisis y las estadísiticas que nos dejan los grandes eventos. Te dejo mis favoritas, porque de momento me tomaré con humor lo que veo; si seguimos pensando que de las elecciones lo importante es que hay ganadores y perdedores, vencedores y vencido.

¡Seamos serios!, no estamos ante un juego de niños, porque si así lo consideran suena extravagante, ¡raro y espantoso!

Que no creamos que por decir las propuestas con soltura sonará armonioso, el trabalenguas supercalifragilisticoespialidoso.
